lunes, 17 de mayo de 2010

El sexismo en la Lengua

¿Qué es el lenguaje sexista? Es la no diferencia de géneros en las palabras. En numerosas ocasiones el femenino queda subordinado al masculino pues así se ha hecho desde siempre y se ha mantenido hasta la actualidad, por ejemplo, decimos miembro para referirnos tanto a mujeres como a hombres.
Sin embargo, hay muchas palabras que no permiten el cambio de género, simplemente porque ya incluyen ambos sexos y, por qué no decirlo, porque suenan fatal. Por ejemplo, estudiante, engloba tanto el género masculino como el femenino. ¿Cómo diríamos esta palabra si se aprobara el cambio de género? En una situación de igualdad completa, deberíamos decir estudianto para los chicos y estudianta para las chicas, ¿no? (No vamos a cambiar solo las palabras al femenino). Otro ejemplo puede ser la palabra ratón que incluye los dos sexos, ratón macho y ratón hembra, ¿Qué habría que decir ratona y ratono? Y como estas, muchas más palabras que no admiten ese cambio genérico por mucho que nos empeñemos: gente, miembro, integrante, etc.
Otra cosa es que, por ejemplo, alguien se dirigiera a mí llamándome madrileño. Ante esta situación, mi respuesta lógica sería: No, yo soy madrileña. En un caso como este es comprensible que me sintiera indignada ante tal hecho, porque dicha persona, se estaría dirigiendo a un particular y a un colectivo. Pero esto no quiere decir que cuando hablemos de forma genérica, tengamos que decir madrileños y madrileñas, para no “ofender” a nadie, pues la palabra madrileños ya incluye ambos géneros, o que incluso tengamos que inventarnos una palabra en femenino, como hizo nuestra ministra de igualdad.
Luchemos para que la igualdad se cumpla con otros medios. Evitando, por ejemplo, el uso de las palabras que en femenino son denigrantes “coñazo” (según la RAE, persona o cosa latosa, insoportable) mientras que en masculino son alabadoras “cojonudo” (según la RAE, estupendo, magnífico, excelente). O evitando los papeles tradicionales que se adjudican a cada sexo por ejemplo, cuando hablamos de un bombero pensamos siempre en un hombre, al igual que cuando hablamos de ama de casa pensamos siempre en una mujer.

1 comentario:

  1. Tiene bastante sentido lo que dices, aunque te recuerdo que no hace muchos años por ninguna cabeza pasaba el utilizar la palabra presidenta y hoy, sin embargo, es lo más habitual. ¿Quién te dice que dentro de 5 años no sea corriente decir integranta o miembra? (Genta no se dirá porque gente es un nombre colectivo)

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